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Lourdes Gaspart

Tu patrimonio inmaterial SÍ importa, y mucho.

El transmitir los valores de generación en generación puede salvar tu Casa Familiar.


Recuerdos familiares. Fuente: Wix multimedia


Hace unas semanas, buscando algo en casa de mi madre, me topé con unos libros de mi padre, quien nos dejó hace exactamente 13 años. Casi todos ellos eran libros técnicos pero con moraleja, que reflejaban mucho su forma de ser. Si algo tenía él era un don para dar buenos consejos e inculcar sus valores, no con calzador, sino con historias y ejemplos. Esta bonita "casualidad" me dio que pensar, y por eso este artículo va dedicado a esas historias invisibles, que pertenecen a una Casa y a una Familia, pero que a su vez reflejan tradiciones y aprendizaje de valores.


Según la Real Academia Española el patrimonio inmaterial es una "parte del patrimonio histórico que incorpora el lingüístico, el gastronómico, las tradiciones, fiestas y vestimentas, y la acción cultural autóctona o externa". Desde mi punto de vista el patrimonio inmaterial es algo más sencillo que todo eso. Son esas historias familiares (casi) inmortales, que se transmiten de una generación a otra, y que fortalecen el vínculo tanto con la familia como con la propiedad donde acontecieron.


Así, muchas casas familiares han sido testigos silenciosos de generaciones pasadas, portadoras de historias y tradiciones, de los que no quedan fotografías ni recuerdos materiales. Estas propiedades, más que simple arquitectura, son ventanas a un pasado lleno de experiencias.


Sin embargo, uno a veces se olvida de que cuando una Casa Familiar se acaba vendiendo por desavenencias entre los herederos, tristemente, muchas de las historias familiares vinculadas a esa casa perecen.

Y no sólo una venta puede destrozar tu patrimonio inmaterial. Una simple reforma también puede hacer peligrar tu historia familiar, si no se realiza con suficiente respeto. Así que si quieres luchar por la continuidad tu Casa Familiar, te interesará saber por qué estas historias son tan relevantes.



1. Por su conexión con el pasado:


Una Casa con Historia es como un archivo viviente que narra las vidas y las vivencias de quienes la habitaron en tiempos anteriores. Cada rincón de la casa alberga secretos, anécdotas y valores transmitidos a lo largo de generaciones. Al preservar tu patrimonio histórico inmaterial, estás manteniendo viva la conexión con tus antepasados y permitiendo que sus voces sigan resonando en el presente.


Te pondré un sencillo ejemplo. Si estás pensando en reformar tu Casa Familiar y quieres cambiar accesos o conexiones antiguas, hazlo. Pero hazlo a conciencia.


"Intentar esconder" o "maquillar" un antiguo uso puede ser como una mancha de Tipp-Ex en tu propiedad. La historia es parte de la evolución de la casa.

Sin embargo, dejar vistas estas "huellas" del pasado puede ser una estrategia interesante. Desde el punto de vista técnico hay muchas maneras de conseguirlo.



2. Por su identidad cultural:


Las tradiciones y costumbres que se han transmitido a lo largo de los años aportan riqueza a tu identidad familiar.


Tu casa puede haber sido el escenario de celebraciones, reuniones y momentos especiales que son únicos para tu linaje. Al conservar estos rituales y recuerdos, estás contribuyendo a la historia de tu propiedad.

Así, rescatar y restaurar antiguas piezas familiares e incorporarlas a la casa actual con otro uso, también puede ser un modo de mantener viva la historia de la familia: el "sofá de Tía Margarita", los laterales de la cuna de "Tía Marta" como cabecero de cama, aquellas maletas de piel que vinieron de África,... todas ellas en un contexto diferente y actualizado.



3. Por las enseñanzas para el futuro:


El patrimonio histórico inmaterial no solo tiene un valor en el presente, sino que también ofrece enseñanzas para las generaciones venideras. Los valores arraigados en las historias de tus ancestros, sus problemas y logros, pueden ser una fuente de inspiración y orientación para tus hijos y nietos.


La Casa Familiar se convierte así en el medio para que estos valores e historias continúen siendo transmitidos.

En resumen, tu Casa Familiar es mucho más que un espacio físico. Es un conjunto de historias y tradiciones que merecen ser conservadas y compartidas. Al hacerlo, estás contribuyendo a la estabilidad, a la riqueza emocional y cultural de tu familia, y de tu comunidad en general.


Por eso en DE COMPTE uno de los objetivos principales es respetar la historia familiar e implicar a los futuros herederos para asegurar que ésta no se acabe perdiendo. Tu patrimonio inmaterial SÍ importa, y mucho.



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